Robots provocan desastre noticioso a través de Facebook
De la Redacción de Hora de Cierre
Quizás en respuesta a los alegatos de que podría estar distribuyendo contenido sesgado, Facebook despidió el viernes pasado a todos los editores de su segmento de noticias, dejando el trabajo unicamente en manos de los robots o algoritmos que, en solo unos días, han cometido errores garrafales.
En mayo, el diario británico The Guardian reveló que Facebook utilizaba editores humanos para supervisar el contenido producido por los algoritmos. En seguida se especuló que la red social, ya convertida en el mayor difusor mundial de información, podría estar discriminando noticias de contenido conservador. Un ex editor desafecto a Facebook promovió esas alegaciones.
El viernes pasado de nuevo The Guardian informó que los editores del “trending team” de noticias de Facebook fueron despedidos sin previo aviso y recibieron cuatro semanas de pago como compensación.
El trabajo del “trending team” es curar y publicar los contenidos o las conversaciones más populares que generan los usuarios de Facebook.
Sin embargo, el sábado, Facebook se hizo eco de un artículo falso en donde se afirmaba que una conocida comentarista de la cadena televisiva Fox había renunciado y estaba apoyando a la candidata presidencial demócrata Hillary Clinton.
El artículo había sido publicado por dos sitios web que no estaban en la lista de organizaciones noticiosas confiables que manejaban los editores despedidos. Los algoritmos aprobaron la historia como cierta.
También la red social replicó un video viral en Twitter en el que se ve a un hombre haciendo obscenidades con un sandwich de McDonalds. Y, también en el fin de semana, Facebook publicó como cierto un informe sacado del popular programa de sátiras Saturday Night Live.
La red social sostiene que su intención siempre ha sido la de automatizar por completo su módulo de curación de contenido noticioso y que, en realidad, la experiencia con el equipo humano despedido tenía el propósito de “aprender” de las decisiones editoriales que toman los periodistas reales.
Pero no está claro si la decisión de prescindir de los editores de carne y hueso fue precipitada.